En un mensaje de video, Lyudmila Navalnaya relató que fue llevada por las autoridades rusas a un depósito de cadáveres donde tuvo acceso al cuerpo de su hijo y firmó un certificado de defunción.
La secretaria de prensa del exlíder opositor, Kira Yamysh, confirmó que el certificado indicaba que la muerte se había producido por causas naturales.
Lyudmila también expresó su preocupación por las presiones que está recibiendo de las autoridades para permitir un entierro discreto, con condiciones impuestas sobre el lugar, la hora y la forma de enterrar a su hijo. Denunció que incluso la están amenazando con consecuencias si no acepta un funeral secreto, llegando a afirmar que el investigador Voropaev le advirtió sobre el deterioro del cadáver si no accede pronto a sus demandas.
Estas declaraciones se producen después de que Yulia Navalnaya, viuda de Navalny, acusara a las autoridades rusas de haber asesinado a su esposo. Lyudmila viajó a la ciudad de Salekhard, en el norte de Rusia, tras enterarse de la muerte de su hijo en una colonia penal cercana.
Las autoridades rusas aún no han emitido comentarios sobre las denuncias de Lyudmila Navalnaya.