- Luis Pedernera, del Comité de los Derechos del Niño de la ONU, critica la respuesta de los gobiernos de América Latina ante el reclutamiento de niños por bandas criminales.
- El experto señala un retroceso en la inversión en infancia, a pesar de un aumento en los presupuestos sociales.
- Pedernera destaca la necesidad de abordar a los niños como víctimas y no como criminales.
Luis Pedernera, vicepresidente del Comité de Derechos del Niño de la ONU, ha expresado su preocupación por la criminalización de niños y adolescentes reclutados por el crimen organizado en América Latina. En su opinión, los gobiernos de la región han decidido destinar más recursos a la seguridad en vez de invertir en programas que beneficien a la infancia, lo que agrava su situación. Según Pedernera, muchos de estos menores son víctimas de bandas delictivas y, sin embargo, enfrentan acusaciones que les atribuyen la culpa de los problemas de inseguridad.
El comisionado criticó la tendencia hacia medidas punitivas, como la reducción de la edad de imputabilidad, que solo intensifican la represión en lugar de abordar las causas subyacentes del problema. Pedernera aboga por un enfoque preventivo que reconozca a los niños reclutados por organizaciones criminales como víctimas que merecen apoyo y protección, en lugar de ser tratados como delincuentes. Esta falta de atención a sus necesidades contribuye a perpetuar un ciclo de violencia y exclusión.
Enfoque necesario: tratar a los niños como víctimas, no como delincuentes
Pedernera también señaló un preocupante retroceso en la inversión en infancia, a pesar de que los presupuestos generales muestran un aumento en la inversión social. Al observar cómo se distribuyen esos recursos, queda claro que la atención a la infancia queda relegada. Con motivo del 35 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU, enfatizó la necesidad de abordar las distintas formas de violencia que enfrentan los niños en la región.
A pesar de estos desafíos, el comisionado se mostró optimista sobre el futuro, destacando la importancia de incluir la voz de los niños en los procesos de toma de decisiones. Citó el movimiento “Viernes por el futuro” como un ejemplo inspirador de cómo los jóvenes han logrado posicionar la crisis climática en la agenda pública. Además, reconoció que el interés de los países por acudir al Comité de Derechos del Niño es una señal alentadora en un contexto global marcado por la crisis del multilateralismo.