- Luis Lacalle Pou cuestiona la ausencia de las actas electorales en Venezuela y sostiene que esto indica irregularidades.
- El presidente uruguayo reafirma su postura sobre Venezuela como una dictadura y demanda firmeza de la comunidad internacional.
- Uruguay no ha retirado a su embajador ni cortado relaciones con Venezuela, a pesar de la reciente medida del gobierno venezolano.
Reservas sobre transparencia en Venezuela
Este miércoles, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, expresó sus reservas sobre la transparencia de las elecciones en Venezuela, que tuvieron lugar el 28 de julio. Lacalle Pou subrayó que la falta de divulgación de las actas electorales sugiere que algo irregular está ocurriendo. En una rueda de prensa, el mandatario reiteró su postura de que Venezuela es una dictadura, afirmación que ha mantenido con firmeza.
Lacalle Pou calificó de “indefendible” la situación en Venezuela y destacó el sufrimiento de los venezolanos que han emigrado en busca de mejores condiciones de vida. Además, enfatizó la necesidad de una presión internacional decidida para forzar el regreso a un proceso democrático genuino. “La única manera de recuperar bien la democracia es que se cuenten bien los votos y que se presenten los documentos”, señaló.
Por otro lado, el gobierno venezolano ha solicitado a varios países, incluidos Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, que retiren a sus diplomáticos en Venezuela. Esta medida responde a lo que el gobierno de Nicolás Maduro considera como “acciones e injerencias” de estos países respecto a las elecciones presidenciales.
En respuesta, Uruguay emitió un comunicado condenando la decisión como “injustificada y desproporcionada”. El gobierno uruguayo argumenta que la medida es una reacción intempestiva a la legítima preocupación por las irregularidades y la falta de transparencia en el proceso electoral. El Consejo Nacional Electoral de Venezuela declaró oficialmente a Nicolás Maduro como ganador con el 51,2 % de los votos, a pesar de que aún quedaban por contar más de dos millones de votos.