- Las empresas estadounidenses se preparan para un resultado electoral incierto.
- La política fiscal de los candidatos podría impactar significativamente a diversos sectores.
- La industria de defensa y tecnología observa de cerca el desarrollo de las campañas.
Las grandes corporaciones de EE.UU., que abarcan sectores como la banca, la defensa, la tecnología y el petróleo, adoptan una postura cautelosa ante las elecciones, que se perfilan como reñidas. Analistas destacan que, independientemente del resultado, hay mucho en juego para estas empresas. Figuras influyentes, como Jamie Dimon de JPMorgan y Bill Gates de Microsoft, mantienen un perfil bajo, aunque Gates ha contribuido con 50 millones de dólares a la campaña de su preferencia.
Según el analista de eToro, Jean-Paul van Oudsheusden, los planes fiscales de los candidatos son una “diferencia clave” que afectará a los mercados. Kamala Harris, la candidata demócrata, propone aumentar el impuesto corporativo del 21% al 28%, mientras que Donald Trump, el ex presidente y candidato republicano, sugiere reducirlo al 15% y aplicar aranceles controvertidos a las importaciones y productos chinos. Un análisis de la gestora Mirova indica que una victoria de Harris beneficiaría a las empresas de gran capitalización, mientras que Trump favorecería a los valores más pequeños.
Cambios empresariales dependen del ganador electoral.
El sector financiero, en particular, es uno de los más sensibles a posibles cambios impositivos. Las futuras regulaciones también podrían afectar a las grandes entidades bancarias, que ya enfrentan multas por prácticas consideradas abusivas. Algunos analistas apuntan que sectores como infraestructura y tecnología, que requieren atención constante, se beneficiarán sin importar quién ocupe la Casa Blanca.
En el ámbito de defensa, una victoria de Trump podría implicar un presupuesto de defensa significativo, aunque su postura respecto al financiamiento de Ucrania es incierta. En el sector de la salud, Harris busca restringir el acceso de las aseguradoras privadas al programa Medicare Advantage, lo que afectaría a estas empresas. Además, en el contexto energético, las políticas varían entre demócratas y republicanos, afectando a las empresas del sector. En general, a pesar de la volatilidad actual, analistas como los de Barclays anticipan posibles aumentos en el mercado tras las elecciones del 5 de noviembre.