- Las elecciones del 5 de noviembre decidirán el destino de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, así como la presidencia.
- La polarización política ha generado un bloqueo legislativo que hace crucial el control del Congreso para el próximo presidente.
- Los demócratas lideran en recaudación de fondos, aunque las encuestas sugieren un posible cambio de control en ambas cámaras.
El 5 de noviembre, los votantes estadounidenses enfrentarán una elección de gran relevancia que no solo determinará quién ocupará la Casa Blanca, sino también el futuro del Congreso. En esta jornada, se elegirán todos los miembros de la Cámara de Representantes y un tercio de los senadores. La composición del Congreso jugará un papel fundamental en las posibilidades de éxito del nuevo presidente, ya sea Kamala Harris o Donald Trump, en la implementación de su agenda política.
La importancia del control del Congreso se hace evidente en un entorno político marcado por la polarización, donde cualquier iniciativa del presidente dependerá de la cooperación legislativa. Las encuestas de FiveThirtyEight indican que el apoyo hacia los demócratas apenas supera en 0,6 puntos al de los republicanos, con un 46,5% de intención de voto hacia el partido azul. Esto refleja un panorama electoral reñido que podría llevar a un equilibrio de poder inestable en Washington.
Control del Congreso: clave para la agenda del próximo presidente
En términos de recursos, los demócratas han logrado movilizar más fondos, recaudando 548,5 millones de dólares, frente a los 489 millones de los republicanos. Sin embargo, hay predicciones que apuntan a un cambio histórico en el control del Congreso, con los demócratas posiblemente recuperando la Cámara de Representantes y los republicanos asumiendo el Senado. Los demócratas necesitan ganar solo cuatro escaños más en la Cámara, concentrándose en estados clave como California.
La participación de la comunidad latina se considera esencial para los demócratas, que buscan eliminar barreras al voto. Por su parte, los republicanos podrían alcanzar el control del Senado con solo un escaño adicional, dependiendo de quién sea el próximo vicepresidente. A medida que se acercan las elecciones de medio mandato de 2026, el ciclo electoral promete seguir generando tensiones políticas en el país.