- La victoria de Trump genera incertidumbre en los migrantes de la frontera sur de México, especialmente en Tapachula.
- A pesar de las promesas de desarrollo de Sheinbaum, muchos temen nuevas restricciones migratorias.
- Activistas piden garantizar los derechos humanos de los migrantes mientras atraviesan el país.
Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones de EE.UU., los migrantes que esperan en la frontera sur de México, especialmente en Tapachula, están cada vez más preocupados por su futuro. Muchos temen que el gobierno de Claudia Sheinbaum, recién asumido, implemente políticas migratorias más restrictivas que les impidan continuar su viaje hacia el norte. La incertidumbre crece entre quienes llegaron a México con la esperanza de cruzar a EE.UU. para mejorar sus vidas, pero ahora enfrentan posibles obstáculos adicionales.
Pablo Carrera, un migrante ecuatoriano que se encuentra en Tapachula, expresó su frustración por no poder avanzar. “Salimos de nuestro país con la meta de llegar a EE.UU., pero ahora tememos que nos bloqueen el paso”, indicó. La situación en la frontera sur de México se ha vuelto cada vez más tensa, no solo por las restricciones gubernamentales, sino también por la creciente violencia y el clima de inseguridad en la región.
Sheinbaum defiende su estrategia de desarrollo y oportunidades laborales para migrantes
A pesar de las promesas de Sheinbaum de desarrollar proyectos industriales y de empleo en Chiapas para controlar la migración, los migrantes siguen sin respuestas claras sobre su futuro. María Amalia Toriello, designada para liderar la Secretaría de la Frontera Sur, aseguró que el gobierno está comprometido con crear un entorno más seguro y ofrecer oportunidades de trabajo a los migrantes, pero aún queda por ver cómo se implementarán estos planes.
Mientras tanto, activistas de derechos humanos han instado al gobierno mexicano a tomar medidas para garantizar el respeto de los derechos de los migrantes, que cada vez son más numerosos. En lo que va del año, el número de migrantes irregulares que cruzan México ha aumentado significativamente, lo que ha elevado las preocupaciones sobre su tratamiento y las condiciones en las que se encuentran durante su paso por el país.