La Unión Europea (UE) condena enérgicamente la reciente declaración de Israel de 800 hectáreas en el valle del Jordán como tierras estatales, considerándola como la mayor confiscación de tierras desde los Acuerdos de Oslo de 1993.
Este movimiento impide a los palestinos utilizar esas tierras, reservándolas exclusivamente para la expansión de colonias israelíes. La UE reitera que los asentamientos en Cisjordania son una violación flagrante del derecho internacional humanitario y socavan las perspectivas de una solución de dos estados para la región.
Según la UE, la solución de dos estados es fundamental para la seguridad a largo plazo de israelíes y palestinos, y cualquier cambio en las fronteras de 1967 debe ser acordado por ambas partes. En una reunión reciente, los líderes de la UE condenaron las decisiones de Israel de expandir los asentamientos ilegales en Cisjordania e instaron a revertir estas acciones.
La UE también impuso sanciones contra seis colonos israelíes por actos violentos en los asentamientos.
La ONG israelí Peace Now ha señalado que 2024 ha marcado un récord en la extensión de tierras declaradas como estatales, impulsado por el gobierno de Benjamín Netanyahu y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
La construcción de asentamientos en territorio ocupado es ilegal según las normas internacionales, y esta práctica ha sido fuertemente criticada por la comunidad internacional.