- La situación crítica afecta a cerca de 60.000 personas y ha provocado siete muertes.
- El Gobierno prepara una ley para distribuir más de 5.000 millones de euros en ayudas y reparaciones.
- Un gabinete de crisis se reunirá para abordar la reconstrucción de infraestructuras dañadas.
Polonia continúa en estado de alerta debido a las inundaciones que han impactado a casi 60.000 personas y han causado la muerte de siete individuos. A lo largo del río Óder, al menos 21 puntos siguen en peligro de desbordamiento, mientras que el Gobierno se prepara para implementar una legislación especial destinada a distribuir más de 5.000 millones de euros en ayudas y planes de reparación.
Las estaciones hidrológicas del sur y el oeste del país reportan que en varios tramos del río Óder, el nivel del agua supera en un 60 % el margen de seguridad, lo que aumenta la posibilidad de nuevos desbordamientos. En ciudades como Nysia, se han instalado hospitales provisionales para atender a los cientos de pacientes que requieren asistencia.
El primer ministro, Donald Tusk, quien ha establecido un gabinete de crisis en Breslavia, expresó que la situación está bajo control en ciertas áreas, donde las barreras han logrado contener la crecida. Además, Tusk anunció un consejo de ministros extraordinario para discutir la reconstrucción de infraestructuras dañadas y la distribución de indemnizaciones a los afectados.
En respuesta a la crisis, el ministerio de Defensa ha movilizado a 25.000 soldados en una operación conocida como “Fénix”, que abarca asistencia técnica, seguridad y limpieza. Tusk también mencionó la contribución de diques construidos por castores a la exacerbación de las inundaciones, sugiriendo medidas para controlar su población, lo que ha generado controversia entre científicos y defensores del medio ambiente.