- La OEA solicita al Consejo de Seguridad de la ONU convertir la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad de Haití en una operación de mantenimiento de la paz.
- Haití busca garantizar estabilidad a largo plazo y restaurar la gobernabilidad democrática a través de este cambio.
- La violencia de las bandas armadas ha causado miles de muertos y desplazados, agravando la crisis en el país.
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha instado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a apoyar de manera urgente la solicitud de Haití para transformar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMSS) en una operación de mantenimiento de paz. Este cambio tiene como objetivo proporcionar un apoyo más efectivo y sostenido para abordar la crisis de violencia que vive el país. La petición fue presentada por el Consejo Presidencial de Transición (CPT) de Haití, que busca restaurar la estabilidad y gobernabilidad en un contexto de creciente inseguridad.
La resolución aprobada por la OEA subraya la necesidad de unir esfuerzos internacionales para garantizar una respuesta más coherente ante la crisis en Haití. En un contexto de violencia persistente por parte de bandas armadas, el gobierno haitiano ha enfatizado la importancia de fortalecer las capacidades de su policía y restablecer el Estado de Derecho para permitir el retorno a la democracia. Según el embajador de Haití ante la OEA, Gandy Thomas, este llamado no solo refleja los intereses de Haití, sino el compromiso colectivo de los países de la región para ayudar al país a superar sus dificultades.
Haití busca apoyo internacional para restaurar la seguridad
El país caribeño busca con este cambio de misión un apoyo más duradero que permita asegurar la estabilidad y la restauración de la gobernabilidad. La situación en Haití se ha deteriorado rápidamente desde principios de octubre, cuando las bandas armadas intensificaron sus ataques, matando a miles de personas y desplazando a decenas de miles. Las organizaciones internacionales han expresado su preocupación por la creciente inseguridad y el riesgo de una mayor crisis humanitaria, mientras que las autoridades locales intentan retomar el control de las zonas más afectadas.
Ante el aumento de la violencia, el nuevo primer ministro de Haití, Alix Didier Fils-Aimé, quien asumió el cargo recientemente, ha comprometido su gobierno a trabajar para garantizar la seguridad de la población y proteger las infraestructuras vitales del país. La situación de Haití sigue siendo crítica, con la violencia de las bandas armadas desplazando a miles de personas. La OEA reafirmó su compromiso de apoyar a Haití en este difícil momento, haciendo un llamado a la comunidad internacional para aumentar la asistencia y asegurar que el proceso de reconstrucción y estabilidad continúe.