“Don Pez y don Fresa le dan la bienvenida”. Este mensaje sorprendió a los automovilistas al ingresar a Cuernavaca, Morelos, indicando la supuesta llegada de La Nueva Familia Michoacana. La reciente violencia en la zona ha generado preocupación.
Este grupo criminal emplea narcomantas y otros métodos para generar terror e incertidumbre, y para enviar mensajes a autoridades y grupos rivales. Estas tácticas son parte de su estrategia de comunicación, similar a los corridos y videos en redes sociales.
El 20 de junio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a ocho miembros de La Nueva Familia Michoacana, señalando que operan y fabrican fentanilo en Culiacán, Cuernavaca y Ciudad de México, lejos de su base principal en el Estado de México, Michoacán y Guerrero.
Jesús Lemus, periodista experto en narcotráfico, comentó que esta publicidad no implica necesariamente una presencia operativa en estas zonas. Según Lemus, la expansión es más comercial que territorial, con otros cárteles comprando drogas a La Nueva Familia Michoacana y utilizando su nombre en regiones estratégicas.
La Nueva Familia Michoacana en Morelos
En abril, una cartulina junto a restos humanos en Morelos mencionaba que “la plaza tiene dueño”, indicando la presencia de La Nueva Familia Michoacana. En junio, un narcotúnel con restos humanos fue encontrado en Miacatlán, lo que según el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, sugiere actividad del grupo criminal.
Miacatlán, ubicado entre Taxco de Alarcón y Cuernavaca, es una de las zonas donde se presume la presencia de La Nueva Familia Michoacana, implicada en el aumento de violencia por disputas territoriales.
No obstante, Jesús Lemus sostiene que la droga de La Nueva Familia Michoacana llega a Estados Unidos a través de alianzas con otros cárteles, no mediante una expansión directa de su infraestructura.