- La cumbre de líderes de la UE incluirá propuestas para gestionar la inmigración, como centros de identificación en países terceros.
- El pacto migratorio adoptado no se aplicará completamente hasta 2026, generando presión sobre algunos Estados miembros para acciones más inmediatas.
- La falta de un acuerdo sobre retornos efectivos plantea dudas sobre la eficacia del pacto actual y la necesidad de legislación adicional.
Los líderes de la Unión Europea se reunirán para discutir nuevas estrategias frente a la migración irregular, centrándose en medidas innovadoras que podrían incluir la creación de centros de identificación y retención de migrantes en países externos. A pesar de que se aprobó un pacto migratorio hace cinco meses, su implementación total no se espera hasta 2026, lo que ha llevado a varios Estados a buscar maneras de acelerar ciertos aspectos del acuerdo.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha manifestado que la Comisión está dispuesta a poner en marcha partes del pacto con mayor rapidez. Este enfoque tiene como objetivo mejorar los procedimientos de asilo y cerrar las lagunas que existen entre estos procesos y los de retorno. Algunos países, como Francia, han expresado su apoyo a esta aceleración, siempre y cuando se mantenga un equilibrio adecuado entre solidaridad y responsabilidad.
Nuevas estrategias para abordar el pacto migratorio.
No obstante, hay un consenso entre varios Estados de que el pacto actual es insuficiente para resolver los desafíos migratorios, especialmente en lo que respecta a los retornos. Solo un 20% de los migrantes que reciben órdenes de abandonar la UE realmente regresan a sus países de origen. Ante esto, se prevé que Bruselas presente una nueva propuesta legislativa que busque definir obligaciones claras para quienes deban ser devueltos, haciendo el proceso más ágil.
Una propuesta que ha generado controversia es la creación de centros de retorno en el extranjero, como los que Italia está estableciendo en Albania. Von der Leyen ha destacado la importancia de aprender del acuerdo italiano-albanés para avanzar en esta dirección. Sin embargo, las diferencias entre los Estados miembros podrían dificultar la adopción de un acuerdo unificado durante la cumbre, lo que plantea la posibilidad de que no se logren conclusiones concretas.