El presidente Joe Biden, a través de dos portavoces, condena la toma de edificios universitarios durante las protestas propalestinas, repudiando específicamente la ocupación de un emblemático edificio en la Universidad de Columbia.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, expresó la opinión del presidente de que la ocupación violenta de un edificio no constituye una forma válida de protesta pacífica, y que el discurso y símbolos de condena y odio no tienen cabida en el país.
John Kirby señaló que el pequeño grupo de estudiantes detrás de la toma no debería impedir que el resto de los alumnos disfruten de su experiencia académica, que debería ser libre de interrupciones y segura.
Por su parte, Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca, reiteró el respeto del presidente Biden por el derecho a la libertad de expresión, pero enfatizó que cualquier manifestación debe ser pacífica y legal, subrayando que el uso de la fuerza para ocupar edificios es inaceptable.
Andrew Bates también criticó la presencia de discursos o símbolos de odio, refiriéndose específicamente a la exhibición de la palabra “intifada” en la fachada del edificio ocupado.
Actualmente, alrededor de 200 estudiantes permanecen atrincherados en el Hamilton Hall de la Universidad de Columbia, el epicentro de las protestas propalestinas que también se han extendido a otros centros educativos en todo el país.
Además de criticar el apoyo de Estados Unidos a Israel durante la guerra en Gaza, las manifestaciones exigen a las instituciones educativas que cesen sus inversiones en el sector privado israelí y promuevan una mayor transparencia sobre sus relaciones y su posible implicación con la industria militar.
El senador Bernie Sanders rechazó el paralelismo entre las protestas actuales y el antisemitismo, calificándolo como un intento de desviar la atención de las políticas de guerra inmorales e ilegales del gobierno israelí.
Por otro lado, College Democrats of America respaldó las protestas en los campus, considerando la guerra como destructiva, genocida e injusta, y condenando las acciones policiales para desalojar los campamentos.