Más de 600 juristas británicos, incluyendo tres jueces retirados del Tribunal Supremo, han pedido al gobierno que suspenda la venta de armas a Israel.
Esta acción surge tras la muerte de tres trabajadores humanitarios británicos en Gaza en un ataque israelí. Los juristas afirmaron en una carta abierta al primer ministro, Rishi Sunak, que Reino Unido podría ser cómplice en “graves violaciones del derecho internacional” si continúa enviando armas.
La carta, que también incluye la firma de la expresidenta del Tribunal Supremo Brenda Hale, argumenta que Londres está legalmente obligado a escuchar la conclusión de la Corte Internacional de Justicia, que indicó un “riesgo plausible de genocidio” en Gaza.
Los llamados para detener la venta de armas aumentaron después de que un ataque aéreo israelí mató a siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen, tres de ellos británicos. Israel afirma que fue un error causado por una “identificación errónea”.
Los principales partidos de la oposición en Reino Unido y varios altos cargos conservadores han pedido detener la venta de armas a Israel si se confirma que violó la ley internacional en Gaza. Aunque el gobierno conservador no se ha comprometido a prohibir las exportaciones de armas, Sunak dijo que Israel debe defenderse “de acuerdo con el derecho humanitario internacional”.
Otros países aliados de Israel, como Canadá y Países Bajos, han anunciado medidas similares para suspender envíos de armas, mientras que Estados Unidos y Alemania continúan autorizando la venta de armas.