José Raúl Mulino asumió este lunes la presidencia de Panamá, comprometiéndose a detener la migración irregular a través de la jungla del Darién con la ayuda de Estados Unidos.
Mulino, un abogado y exministro de Seguridad de 65 años, ha firmado un memorándum de entendimiento con EE.UU. para cerrar la frontera y controlar la migración desde Sudamérica hacia Norteamérica. Considera que este flujo migratorio, que ha aumentado en los últimos años, es una crisis humanitaria que impacta negativamente el medio ambiente y la economía de Panamá, y genera violaciones a los derechos humanos de los migrantes, muchos de ellos mujeres y niños.
En 2023, más de medio millón de personas, en su mayoría venezolanos, utilizaron esta ruta. En 2024, más de 190,000 migrantes han cruzado el Darién.
El acuerdo con EE.UU. incluye ayuda financiera para repatriar a los migrantes sin documentos que cruzan el Darién. Javier Martínez Acha, canciller designado, confirmó esta cooperación, aunque los montos económicos aún no se han establecido. Este anuncio se produjo tras una reunión entre José Raúl Mulino y el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas.
El plan también contempla el cierre de las rutas utilizadas por los migrantes en la selva. Mulino juramentó el cargo en una ceremonia en el Centro de Convenciones ATLAPA en la capital del país, ante varios líderes regionales, incluyendo los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y Costa Rica, Rodrigo Chaves.