El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo declaraciones el jueves con respecto a los recientes ataques aéreos entre Pakistán e Irán, indicando que estos eventos evidencian que Irán no es muy apreciado en la región, en medio de crecientes tensiones.
“Hoy en día, como pueden ver, Irán no es muy querido en la región”, expresó Biden a los periodistas en la Casa Blanca. Añadió que su Gobierno está siguiendo de cerca el desarrollo de la situación y trabajando para comprender mejor los acontecimientos.
La fuerza aérea paquistaní llevó a cabo ataques de represalia contra Irán en la madrugada del jueves, supuestamente dirigidos a esconderijos insurgentes. Estos ataques resultaron en la muerte de al menos nueve personas, agravando las ya considerables tensiones entre los dos países vecinos.
Los bombardeos parecen estar dirigidos contra grupos armados baluches con objetivos separatistas similares a ambos lados de la frontera entre Irán y Pakistán. Ambos países se han acusado mutuamente de brindar refugio a grupos que operan en sus respectivos territorios.
Estas operaciones militares complican las relaciones entre los dos países, que han tenido tensiones históricas relacionadas con ataques milicianos en la región. Cada país enfrenta presiones internas que podrían haber influido en las intervenciones militares.
Es importante señalar que estas acciones ocurren durante la guerra entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza, generando una mayor agitación en Oriente Medio. Irán también llevó a cabo ataques aéreos en Irak y Siria en respuesta a un atentado suicida reivindicado por Estado Islámico.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán describió sus bombardeos como “una serie de golpes militares muy coordinados y con precisión específicamente dirigida”, destacando la determinación del país para proteger su seguridad nacional.
El presidente paquistaní en funciones, Anwaarul-Haq-Kakar, y el ministro de Exteriores, Jalil Abbas Jilani, regresaron de inmediato de sus compromisos en el extranjero en respuesta a la situación.
Las tensiones en la región se ven agravadas por la presencia de grupos insurgentes y separatistas, como el Ejército de Liberación Baluche, que opera en la provincia paquistaní de Baluchistán y la vecina provincia iraní de Sistán y Baluchistán. Este último grupo ha amenazado con vengar los ataques recientes.
Las acciones militares entre Pakistán e Irán son motivo de preocupación internacional, ya que la región busca gestionar y contener una escalada potencialmente peligrosa.