Jimmy Carter, quien fue presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981, celebra su centésimo cumpleaños en su hogar en Plains, Georgia. A pesar de sus problemas de salud terminales, mantiene la ilusión de votar en las elecciones de 2024, donde apoya a la vicepresidenta Kamala Harris. Aunque Carter ha sido crítico con Donald Trump, también lo ha defendido cuando consideraba que los medios lo atacaban injustamente.
Durante su presidencia, la crisis de los rehenes en Irán en 1979 afectó su imagen, pero Carter logró grandes hitos, como los Acuerdos de Camp David, que trajeron paz entre Egipto e Israel, y el Tratado del Canal de Panamá. Aunque inicialmente se le consideraba un buen hombre pero un presidente débil, su reputación mejoró con el tiempo.
En 2002, recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en resolver conflictos internacionales. Durante su discurso de aceptación, destacó: “Podemos optar por aliviar el sufrimiento y trabajar juntos por la paz”. En ese momento, lo acompañaba su esposa Rosalynn, con quien estuvo casado durante 77 años.
Pérdida de su esposa y su legado
Rosalynn Carter falleció en noviembre de 2023. Ambos recibieron cuidados paliativos en su hogar durante sus últimos años. Su nieto, Jason Carter, ha señalado que, a pesar de su salud, el expresidente sigue muy interesado en las noticias y las elecciones. Carter, además de su legado de paz, creó el Centro Carter, que lucha por la paz y combate enfermedades.
Jimmy Carter fue también el primer político de alto nivel de EE.UU. en visitar Cuba y reunirse con Fidel Castro tras el embargo económico. Su visita abrió las puertas para el acercamiento diplomático entre EE.UU. y Cuba años después, bajo la administración de Barack Obama. En 1979, también apoyó a la nueva Junta de Gobierno de Nicaragua tras la caída de la dictadura de Somoza, otorgando ayudas por valor de 118 millones de dólares.