- Un equipo de investigadores de Japón consigue eliminar el cromosoma adicional responsable de la trisomía 21, característica del síndrome de Down.
- Usando la tecnología CRISPR-Cas9, los científicos han realizado una prueba en células en laboratorio, con la esperanza de transformar el tratamiento de esta condición genética.
- Aunque todavía en etapa experimental, el avance podría abrir la puerta a nuevas terapias para tratar el síndrome de Down en el futuro.
Un equipo de científicos de la Universidad de Salud de Fujita y la Universidad de Medicina de Mie, en Japón, ha logrado un importante avance en la lucha contra el síndrome de Down. A través de una innovadora prueba realizada en un entorno de laboratorio, los investigadores han logrado eliminar el cromosoma extra que causa la trisomía 21, característica de esta condición genética.
El estudio, que fue publicado en la revista PNAS Nexus, hace uso de la herramienta de edición genética CRISPR-Cas9, conocida por su capacidad para modificar con precisión el ADN. Esta tecnología funciona como unas “tijeras moleculares”, permitiendo a los científicos cortar y añadir material genético de manera exacta.
Un avance con CRISPR-Cas9
El proceso llevado a cabo por los investigadores consistió en utilizar CRISPR-Cas9 para eliminar uno de los tres cromosomas 21 en células afectadas por la trisomía. Esta condición ocurre cuando hay un cromosoma 21 extra en las células, lo que lleva al desarrollo del síndrome de Down. Lo novedoso de este avance es que los científicos lograron cortar exclusivamente el cromosoma adicional, sin alterar otros genes esenciales de la célula, lo cual es crucial para evitar desequilibrios genéticos que pudieran generar efectos no deseados.
Aunque esta prueba se realizó en un laboratorio y solo en células in vitro, el hallazgo representa un paso significativo hacia la potencial creación de tratamientos para el síndrome de Down y otras condiciones genéticas. A pesar de que aún queda un largo camino antes de que esta tecnología pueda aplicarse en humanos, el avance ofrece esperanza para el desarrollo de terapias más efectivas en el futuro.
El equipo de investigadores continúa trabajando en su estudio, con la expectativa de que estos avances puedan mejorar la calidad de vida de personas afectadas por enfermedades genéticas, como el síndrome de Down, en un futuro cercano.