Israel realizó un ataque aéreo sobre el puerto de Hodeida en Yemen, controlado por los rebeldes hutíes, dejando al menos 80 heridos y causando un gran incendio en esta estratégica salida al mar Rojo.
Las Fuerzas de Defensa de Israel declararon que el bombardeo fue en respuesta a los numerosos ataques hutíes recientes contra Israel. Los objetivos fueron depósitos de petróleo y una central eléctrica, según las autoridades hutíes, aunque fuentes portuarias informaron que también se atacaron instalaciones cruciales como el muelle de descarga y las grúas de contenedores.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, supervisaron la operación desde el Centro de Comando de la Fuerza Aérea. Netanyahu afirmó que Israel defenderá a sus ciudadanos y responderá a cualquier agresión.
El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, prometió represalias contra objetivos clave en Israel, declarando que Tel Aviv será una zona insegura. Este ataque se produjo después de que un dron hutí impactara en Tel Aviv, matando a un civil israelí y siendo el ataque más significativo de los hutíes contra Israel hasta la fecha.
La agencia de noticias hutí Saba reportó que la mayoría de los heridos sufrieron quemaduras graves. Las imágenes mostraron un incendio masivo en el puerto, mientras los equipos de emergencia trabajaban para extinguir las llamas.
Egipto expresó su preocupación por el bombardeo, advirtiendo que aumenta la tensión en Oriente Medio, y pidió moderación para evitar una mayor escalada del conflicto.
Además del ataque en Yemen, Israel también bombardeó un depósito de municiones de Hezbollah en el sur del Líbano, hiriendo a cuatro civiles, en medio de un aumento de la violencia entre ambos lados.