El ejército israelí informó este miércoles que ha asegurado el control de un corredor estratégico en la frontera entre Gaza y Egipto, cerca de la ciudad de Rafah, en una operación terrestre y aérea reciente.
La ocupación del corredor estratégico Philadelphi profundiza la ofensiva de Israel en el sur de Gaza, a pesar de los llamados a la moderación debido a las muertes de civiles. Esta acción podría tensar las relaciones con Egipto, que se ha quejado del avance israelí sobre su frontera, especialmente tras la captura del cruce fronterizo de Rafah.
El corredor forma parte de una zona desmilitarizada en la frontera entre Israel y Egipto. Según un acuerdo de paz, ambos países pueden desplegar solo un número limitado de soldados o guardias fronterizos en esta área. Israel controlaba Gaza hasta su retirada en 2005.
El corredor Philadelphi, de unos 100 metros de ancho y 14 kilómetros de largo, abarca el lado gazatí de la frontera con Egipto e incluye el cruce de Rafah. Existen túneles en la zona utilizados para el contrabando.
Un alto funcionario israelí informó que la guerra contra Hamás podría prolongarse hasta finales de año, un pronóstico sombrío para un conflicto que ha causado muchas muertes y ha llevado a la región al borde de una mayor conflagración.
El asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, declaró a la radio pública Kan que “espero otros siete meses de lucha” para desmantelar a Hamás y la Yihad Islámica. “El ejército está logrando sus objetivos, pero advirtió que la guerra sería larga”, añadió Hanegbi. “Han designado a 2024 como un año de guerra”.
Estas declaraciones plantean preguntas sobre el futuro de Gaza y el papel de Israel allí. Estados Unidos ha instado al primer ministro Benjamin Netanyahu a delinear una visión posguerra para Gaza, advirtiendo que Israel no debe quedar atrapado indefinidamente en el territorio.
La guerra ha devastado Gaza, desplazando a la mayoría de su población y desencadenando una crisis humanitaria. Israel ha enfrentado críticas internacionales por su conducta durante el conflicto y ha provocado tensiones con la Casa Blanca y que tres naciones europeas reconozcan al Estado palestino.
Israel afirma que aún debe desmantelar los últimos batallones de Hamás en Rafah y que buscará mantener un control de seguridad sobre Gaza después de la guerra. A pesar de esto, Israel no ha logrado sus principales objetivos de desmantelar a Hamás ni recuperar a los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra.
Los combates en Rafah han desplazado a un millón de personas, según la ONU. El miércoles, se reportaron intensos enfrentamientos en varias partes de la ciudad. La mayoría de los desplazados ya habían sido desplazados previamente de otras partes de Gaza.