Después del ataque sin precedentes realizado por Irán contra Israel en respuesta al bombardeo de su consulado en Damasco, la misión iraní ante la ONU anunció el cierre del caso y exhortó a Israel a abstenerse de una respuesta militar. El presidente iraní, Ebrahim Raisi, advirtió que cualquier acción de Israel y sus aliados sería respondida con fuerza por parte de la República Islámica.
Los Guardianes de la Revolución de Irán lanzaron más de 200 drones y misiles contra objetivos militares en territorio israelí, celebrando que el ataque alcanzó todos sus objetivos. Sin embargo, los drones no apuntaron contra centros urbanos o económicos. Mientras tanto, el ejército israelí informó que misiles balísticos iraníes alcanzaron la base aérea de Nevatim.
El ataque de Irán fue justificado como una legítima defensa según el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, en respuesta a la agresión previa del régimen sionista. Las tensiones entre ambos países han aumentado en las últimas semanas, con Irán expresando su intención de castigar a Israel tras la destrucción del consulado iraní en Siria.
Irán también llamó a Estados Unidos a mantenerse al margen de su conflicto con Israel y advirtió sobre posibles acciones contra las bases militares estadounidenses en la región si continúan apoyando a Israel. Mientras tanto, Israel no ha revelado sus intenciones, pero expertos especulan sobre posibles represalias en territorio iraní.
El aeropuerto de Teherán-Mehrabad permanecerá cerrado hasta el lunes por precaución, y los vuelos desde el aeropuerto internacional Imán Jomeini también han sido cancelados hasta entonces.
La escalada de tensiones entre Irán e Israel plantea preocupaciones sobre el futuro de la región y la posibilidad de un conflicto más amplio.