- La Ciudad de México enfrenta un cambio en los patrones de precipitación, con la intensificación de lluvias en menos tiempo.
- Investigaciones sugieren que la infraestructura actual necesita adaptarse a esta nueva realidad climática.
- Expertos destacan la importancia de la interdisciplinariedad en el análisis de fenómenos meteorológicos y sus implicaciones.
La Ciudad de México está experimentando un cambio significativo en su patrón de lluvias, con un incremento en la intensidad y un descenso en la duración de las precipitaciones. Este fenómeno ha sido documentado por Lourdes Paola Aquino Martínez, investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra (Encit) de la UNAM, quien ha estudiado el comportamiento de las lluvias en los últimos 20 años.
Según Aquino Martínez por la Intensificación de lluvias, es crucial que la infraestructura de la capital se adapte a estas nuevas condiciones para proteger a la población. En una entrevista, explicó que su análisis de 60 tormentas en el valle de México revela un aumento de lluvias intensas y una reducción en aquellas de menor intensidad. En el pasado, las precipitaciones podían extenderse por varias horas, mientras que actualmente, el mismo volumen de agua cae en un periodo más corto.
Esto ocurre a menudo en una sola hora, concentrándose en áreas específicas. Este cambio en el patrón de lluvias está contribuyendo a la saturación de los sistemas de drenaje, lo que provoca que las áreas anegadas tarden más en recuperarse. Aquino Martínez indicó que los disturbios atmosféricos se desplazan del noreste al suroeste del valle, influenciados por las montañas que lo rodean.
Esta dinámica, junto con otras vulnerabilidades de la población, ha generado las inundaciones severas que han afectado a la ciudad en los últimos años. La investigadora utiliza el Weather Research and Forecasting Model (WRF) para analizar las variables climáticas en la región. Este modelo, desarrollado en Estados Unidos, ha sido adoptado ampliamente por la comunidad científica desde su introducción a finales de los años 90.
A través de este sistema, Aquino Martínez ha podido modelar la humedad, temperatura, viento y precipitaciones durante los últimos 30 años en el valle de México. Su interés por el clima se originó en su infancia en Oaxaca, donde observaba cambios dramáticos en el clima. Actualmente, no solo se enfoca en el análisis del clima, sino que también organiza talleres en comunidades rurales de Oaxaca.
Estos talleres tienen como objetivo acercar la ciencia a las infancias y reducir la brecha con la academia. Aquino Martínez enfatiza la necesidad de un enfoque interdisciplinario para abordar los desafíos que presenta el cambio climático y sus efectos en la población. Subraya la importancia de integrar datos climáticos con variables socioeconómicas y geográficas.
Esto permitirá emitir alertas tempranas y adoptar medidas proactivas frente a inundaciones, sequías y olas de calor