Durante la fase de construcción del Tren Maya, un informe emitido por Cohesión Comunitaria e Innovación Social A.C. señala un total de 48 víctimas fatales y 31 heridos, cifras que abruman por su carácter evitable.
Estos trágicos sucesos ocurrieron entre el 1 de diciembre de 2021 y el 27 de febrero de 2024, evidenciando la necesidad urgente de medidas para garantizar la seguridad en los lugares de trabajo.
Según el informe titulado “Las Muertes Prevenibles del Tren Maya”, las pérdidas humanas y lesiones reportadas podrían haberse evitado.
Desde el primer incidente registrado el 2 de febrero de 2021 en Palenque, Chiapas, hasta el más reciente el 20 de febrero de 2024 en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, el saldo de vidas perdidas continúa aumentando, sumiendo en la tragedia a comunidades enteras.
La preocupación se intensifica al conocer que no solo los trabajadores directamente involucrados en el proyecto han sido afectados, sino también personas ajenas a él.
Dos muertes fuera del ámbito laboral del Tren Maya fueron el resultado directo de las actividades de construcción. Además, se informa sobre un trabajador en estado de muerte cerebral y 31 heridos por riesgos laborales, lo que sugiere posibles violaciones a los derechos humanos laborales.
Las muertes ocurrieron en al menos 17 municipios distribuidos entre Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán y Veracruz, regiones que se han visto directamente afectadas por el proyecto.
Ante este panorama desolador, los activistas instan a las autoridades a tomar medidas concretas para asegurar que las operaciones del Tren Maya se lleven a cabo con el más alto estándar de seguridad y respeto hacia los derechos laborales.
En medio de la preocupación por los impactos socioambientales y socioculturales, surge una demanda clara: los empleos creados deben garantizar condiciones laborales dignas, incluyendo seguridad e higiene en el trabajo
De lo contrario, se corre el riesgo de violar el derecho humano fundamental al trabajo seguro y digno.