Miles de personas han sido evacuadas en el norte de California debido a un incendio incontrolable en medio de una intensa ola de calor.
El incendio, conocido como Thompson, ha quemado más de 1,400 hectáreas desde que comenzó el martes. Las autoridades han ordenado la evacuación de 13,000 personas en el condado de Butte, especialmente al norte de Oroville, que tiene unos 20,000 habitantes.
Oroville está a 110 kilómetros al norte de Sacramento y a 38 kilómetros de Paradise, una ciudad destruida por el incendio Camp en 2018.
“El condado de Butte está en alerta roja hasta mañana en la noche”, informó el jefe de bomberos, Garrett Sjolund.
Por seguridad, se cancelaron las celebraciones del 4 de julio en el condado. “No queremos que nadie use fuegos artificiales y empeore la situación”, advirtió el sheriff Kory Honea.
Unos 1,400 bomberos están combatiendo el fuego con maquinaria pesada y aviones. Refuerzos de otras regiones están llegando para ayudar.
“Las condiciones son diferentes este verano. La vegetación está muy seca y cualquier viento puede propagar el fuego rápidamente”, explicó Sjolund.
Ocho personas, entre bomberos y civiles, han resultado heridas. Las llamas han destruido casas y vehículos.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia y aseguró que se están utilizando todos los recursos disponibles para combatir el incendio. “El estado está mejor preparado que nunca para proteger a las comunidades en riesgo”, afirmó.
El servicio meteorológico de San Francisco emitió alertas por la ola de calor, con temperaturas que alcanzan los 46 ºC en algunas áreas. Advirtieron que la situación es peligrosa y que las altas temperaturas continuarán.
Los incendios han iniciado temprano este año en California, con más de 17,000 hectáreas quemadas hasta ahora. Los expertos creen que esto es solo el comienzo de una intensa temporada de incendios, agravada por el cambio climático y el calentamiento global.