El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha lanzado una advertencia preocupante: la sequía podría tener un impacto inmediato en la inflación, posiblemente aumentándola en hasta 1.5 puntos porcentuales. Según el FMI, este incremento podría tener consecuencias a corto y largo plazo en la economía mundial.
Basándose en un análisis exhaustivo de 179 países, el FMI destaca que las crisis de sequía pueden desencadenar un rápido aumento de la inflación, que persistiría en el tiempo.
En México, esta preocupación se ha hecho sentir, especialmente entre los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México. En el último anuncio monetario del año, expresaron su inquietud y tomaron medidas, aplicando el primer recorte en la tasa en un año, destacando los riesgos asociados con la escasez de agua y los efectos climáticos.
La sequía también ha impactado los precios de los productos agrícolas en municipios del norte de Michoacán, como el aguacate, la fresa, el trigo, la nuez, el sorgo y los espárragos, según revela el informe de economías regionales del Banco de México. Este fenómeno ha sido identificado como una presión inflacionaria.
Desde diciembre de 2022, expertos como Manuel Ramos Francia del Centro de Estudios Monetarios de Latinoamérica (CEMLA) han subrayado la importancia de que los bancos centrales consideren los fenómenos meteorológicos como un factor de riesgo para la inflación.
El impacto de la crisis del agua en el Valle de México se extiende más allá de los precios al consumidor, afectando también los planes de desarrollo de proyectos inmobiliarios y la relocalización de empresas, especialmente en el sector de servicios, según indica el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
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