- Los aranceles propuestos por Trump afectarán al comercio global y al canal de Panamá.
- El aumento de los aranceles elevará los precios en Centroamérica y podría generar inflación importada.
- Panamá y la región deberán enfocarse en la integración regional y el ‘nearshoring’ para adaptarse.
Los aranceles impuestos por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a productos de México, Canadá y China, traerán consigo un impacto negativo en el comercio internacional, afectando directamente al canal de Panamá y los precios en Centroamérica, según analistas.
Donald Trump anunció un recargo del 25 % a los bienes importados de México y Canadá, así como un adicional del 10 % a los productos chinos. Esta medida se aplica hasta que estos países frenen la inmigración ilegal y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Efecto en el canal de Panamá
El canal de Panamá, que maneja alrededor del 3 % del comercio mundial, podría verse afectado debido a una posible disminución en el volumen del comercio internacional, producto de estos aranceles. Estados Unidos, que representa dos tercios del tráfico en esta vía interoceánica, es el principal usuario, seguido por China y Japón.
El economista panameño Felipe Argote alertó que estas políticas podrían generar un retroceso al modelo económico de sustitución de importaciones, lo que afectaría negativamente a la economía mundial.
Por su parte, el canal de Panamá indicó que, aunque los problemas comerciales entre Estados Unidos y China han tenido un impacto limitado en el desempeño de la vía en el pasado, se mantiene atento a las políticas comerciales que puedan influir en su operación.
Inflación importada en Centroamérica
Las medidas de Trump también traerán consecuencias dentro de Estados Unidos, como el aumento de la inflación. Según los economistas Carlos Araúz y Felipe Argote, Centroamérica experimentará un aumento en los precios debido a la inflación importada de Estados Unidos, el principal socio comercial de la región.
Reajustes económicos y nuevas oportunidades
Ante estos cambios, Panamá y Centroamérica deben adaptarse rápidamente. Los analistas sugieren que la región debería centrarse en la integración regional y en la estrategia de ‘nearshoring’, trasladando la producción más cerca de los consumidores. Esta tendencia podría beneficiar a Panamá, en particular a la Zona Libre de Colón, que se posiciona como un posible centro de redistribución para las empresas chinas, que avanzan globalmente gracias a la mano de obra barata y la tecnología.