Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, enfrenta cargos por comprar una pistola en 2018 mientras estaba adicto al crack. Los cargos incluyen mentir en la solicitud al afirmar que no consumía drogas y poseer ilegalmente el arma durante 11 días. El juicio comenzó con la selección del jurado y los alegatos iniciales, y se desarrolla tras el colapso de un acuerdo con la fiscalía que habría evitado el juicio.
Hunter Biden, acompañado por su esposa Melissa, llegó al tribunal en una SUV, mientras que la primera dama, Jill Biden, y su hermana Ashley Biden, lo acompañaron en el tribunal. Biden se ha declarado inocente, argumentando que es víctima de un ataque político por parte del Departamento de Justicia.
Este juicio coincide con otros procesos legales significativos en la campaña presidencial de 2024, incluido el caso contra Donald Trump, subrayando el papel central de los tribunales en la contienda electoral.