- Hong Kong enfatiza la necesidad de proteger la integridad de sus representaciones comerciales en el extranjero y pide respeto.
- Líder de Hong Kong solicita claridad ante acusaciones dirigidas a personal en Londres.
En un llamado enfático hacia la preservación de la integridad de sus representaciones comerciales en el extranjero, el líder de Hong Kong, John Lee, hizo un firme pronunciamiento este martes, instando a los gobiernos extranjeros a mantener un enfoque justo en sus relaciones comerciales.
Esto surge tras las recientes acusaciones en el Reino Unido contra Bill Yuen, director de la Oficina Económica y Comercial de Hong Kong en Londres, por supuesto involucramiento en actividades relacionadas con el servicio de inteligencia de la ciudad.
John Lee expresó su preocupación y demandó una explicación del gobierno británico respecto a las acusaciones formuladas contra Yuen, enfatizando que cualquier acusación infundada hacia el gobierno de Hong Kong es inaceptable.
La policía británica afirma que Yuen, junto con Chi Leung (Peter) Wai y Matthew Trickett, participaron en actividades de recolección de información y vigilancia que potencialmente beneficiarían al servicio de inteligencia de Hong Kong, en virtud de una nueva legislación de seguridad nacional. Estos cargos podrían tensar las relaciones entre el Reino Unido y China.
En una conferencia de prensa semanal, John Lee reiteró que las representaciones comerciales tienen la responsabilidad de fomentar relaciones y promover los intereses de Hong Kong en el extranjero, haciendo un llamado a no interferir en sus actividades y pide respeto a acusaciones en Reino Unido.
Las recientes tensiones no son aisladas, sino que se suman a una serie de acusaciones entre ambas naciones. En Beijing, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, expresó la preocupación de China por el proceso legal contra el ciudadano chino y pidió que se respeten los derechos de los chinos en el Reino Unido.
Esta situación se enmarca en un contexto más amplio de crecientes tensiones geopolíticas, como lo advirtió el primer ministro británico, Rishi Sunak, quien alertó sobre las amenazas provenientes de lo que describió como un “eje de Estados autoritarios”.
El futuro de las relaciones entre el Reino Unido y China parece cada vez más incierto, con Hong Kong como un punto focal de discordia, en medio de crecientes preocupaciones sobre el respeto a los derechos y libertades fundamentales en la región.