En el juicio contra Hunter Biden por posesión ilegal de armas, Hallie Biden, viuda de Beau Biden, testificó sobre la adicción de Hunter al crack. Contó que encontró crack en su casa en Wilmington, Delaware, y que incluso ella misma comenzó a consumirlo.
El fiscal Leo Wise preguntó a Hallie sobre la procedencia de las drogas. Ella respondió que Hunter Biden las obtenía de varios traficantes y que a veces ella estaba presente en las reuniones con ellos.
Los fiscales argumentan que Hunter estaba profundamente adicto cuando compró el arma y mintió en el formulario de compra al negar el uso de drogas. Enfrenta tres cargos graves: mentir a un vendedor de armas, hacer una declaración falsa sobre su consumo de drogas y poseer ilegalmente el arma durante 11 días.
Hallie también relató cómo tomó el arma de Hunter y la tiró a la basura por temor a lo que podría hacer con ella. Más tarde, el arma fue encontrada por alguien que recogía latas y fue entregada a la policía.
Hunter Biden, quien se ha declarado inocente, asegura que está siendo perseguido injustamente por motivos políticos y que el Departamento de Justicia está actuando bajo presión de los republicanos.
El juicio ha presentado pruebas de la adicción de Hunter, incluyendo fotos y testimonios sobre su consumo de crack. Testigos como Kathleen Buhle, exesposa de Hunter, y Zoe Kestan, una exnovia, también han testificado sobre su adicción.
Si es condenado, Hunter Biden podría enfrentar hasta 25 años de prisión, aunque es improbable que reciba la pena máxima. Además, enfrenta un juicio separado por cargos fiscales en septiembre.