- Las precipitaciones afectaron principalmente a agricultores en Pakistán y causaron el colapso de viviendas, mientras que en Afganistán provocaron daños materiales graves y la pérdida de vidas humanas.
- Los líderes gubernamentales han ordenado medidas de ayuda y asistencia para las áreas afectadas, mientras expertos resaltan la importancia de abordar urgentemente el cambio climático ante eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes.
Durante los últimos tres días, intensas tormentas han dejado un saldo trágico en Pakistán y Afganistán.
Conoce los detalles sobre las devastadoras consecuencias de las precipitaciones y las acciones de emergencia emprendidas por las autoridades.
Las fuertes tormentas han causado estragos en Pakistán, cobrándose la vida de al menos 36 personas, en su mayoría campesinos, según informaron funcionarios el lunes. Las víctimas perdieron la vida en diversas circunstancias, desde ser alcanzadas por rayos hasta el colapso de viviendas debido a las lluvias torrenciales que azotaron la región, especialmente en las provincias de Punjab, Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa.
Las precipitaciones también afectaron gravemente a Afganistán, donde se reportaron 33 muertes y numerosos daños materiales. Las inundaciones repentinas han dejado a miles de personas sin hogar y han provocado la destrucción de cultivos y carreteras en varias provincias del país.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, ha ordenado medidas de ayuda para las zonas afectadas y expresó su preocupación por las pérdidas humanas y materiales. Mientras tanto, en Afganistán, las autoridades están brindando asistencia a miles de familias damnificadas por las inundaciones. https://x.com/NeuronaSV/status/1779911399000441178
Estas devastadoras lluvias son consideradas como un evento poco común para la temporada de abril, lo que refuerza las preocupaciones sobre el cambio climático y sus efectos cada vez más graves en la región. Expertos ambientales han destacado la necesidad de medidas urgentes para abordar este desafío global.
Más de 600 viviendas sufrieron daños o quedaron destruidas y alrededor de 200 cabezas de ganado murieron. Las inundaciones también afectaron numerosos cultivos y más de 85 kilómetros (53 millas) de carreteras.