- La CDU de Friedrich Merz busca una coalición con los socialdemócratas tras su victoria electoral.
- La ultraderechista AfD se consolida como principal partido de oposición con un 20,8 % de los votos.
- Divergencias en migración y economía podrían dificultar el acuerdo de coalición.
Friedrich Merz, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y posible próximo canciller de Alemania, anunció el inicio de conversaciones con el Partido Socialdemócrata (SPD) para formar un gobierno de coalición. La CDU y su aliada bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), obtuvieron el 28,6 % de los votos y 208 escaños, mientras que el SPD consiguió 120 escaños con un 16,4 %, su peor resultado histórico. En conjunto, sumarían 328 de los 630 escaños del Bundestag, suficiente para gobernar.
Friedrich Merz recibió el respaldo de su partido para avanzar en la conformación de una “gran coalición” con el SPD, que quedó en tercer lugar detrás de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), la cual logró el 20,8 % de los votos y se posicionó como la principal fuerza de oposición. El líder de la CDU enfatizó que las negociaciones iniciarán en los próximos días.
El panorama político alemán ha cambiado con la exclusión del Parlamento de los liberales del FDP, liderados por Christian Lindner, y del partido populista de izquierda Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), que no alcanzó representación a pesar de su éxito en elecciones regionales previas.
El SPD, por su parte, ha señalado que la decisión final sobre la coalición recae en Merz, mientras que su copresidente, Lars Klingbeil, se mostró dispuesto a dialogar. Ambos partidos han compartido gobierno en cuatro ocasiones previas, la más reciente entre 2018 y 2021.
Mientras tanto, la AfD reclama el fin del “cordón sanitario” que la aísla del resto de partidos y celebra su crecimiento electoral, especialmente en el este del país. Su candidata, Alice Weidel, advirtió que su partido podría superar a la CDU en los próximos años.
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En términos de políticas, las diferencias entre CDU y SPD podrían generar obstáculos en las negociaciones. Merz aboga por endurecer la política migratoria con deportaciones masivas y controles fronterizos más estrictos, mientras que el SPD prefiere medidas dentro del marco legal europeo. En economía, los socialdemócratas proponen aumentar el salario mínimo y reducir el IVA en alimentos, mientras que los conservadores buscan bajar impuestos e incentivar el empleo.
Las elecciones, con una participación del 82,5 %, también trajeron la sorpresa de La Izquierda, que logró un 8,8 % de los votos y 64 escaños, destacándose en un Bundestag que se inclina hacia la derecha en su composición.