El gobierno francés ha movilizado cientos de efectivos de seguridad hacia el territorio francés de Nueva Caledonia, en el océano Pacífico, y ha anunciado la declaración del estado de emergencia para contener la escalada de violencia que ha dejado un saldo de cuatro muertos en la isla. Los incidentes, caracterizados por episodios caóticos, han llevado a París a adoptar medidas extraordinarias para enfrentar la crisis.
La portavoz del gobierno francés, Prisca Thevenot, dio a conocer la decisión después de una reunión del gabinete en París. Las medidas de emergencia otorgarán a las autoridades poderes adicionales para hacer frente a los disturbios, incluida la capacidad de imponer arrestos domiciliarios a individuos considerados una amenaza para el orden público.
“Restablecer el orden, la calma y la serenidad es nuestra máxima prioridad”, afirmó Thevenot.
Los enfrentamientos surgieron después de días de tensiones, con un saldo de cuatro muertos, entre ellos un miembro de los servicios de seguridad. Más de 300 personas resultaron heridas desde el lunes, cuando las protestas por los cambios electorales impulsados por París se tornaron violentas. Además, se realizaron más de 130 arrestos, según informaron las autoridades francesas.
La isla ha sido escenario de tensiones durante décadas, entre los indígenas Kanak, partidarios de la independencia, y los colonos descendientes, que prefieren que Nueva Caledonia permanezca bajo soberanía francesa.
Tras una reunión de seguridad con el presidente Emmanuel Macron y altos funcionarios, el primer ministro Gabriel Attal informó al parlamento en París que el estado de emergencia tiene como objetivo “restaurar el orden en el menor tiempo posible”.
Se han desplegado refuerzos para respaldar a las fuerzas de seguridad locales. El Ministerio del Interior anunció la llegada inminente de 500 oficiales adicionales al archipiélago, para apoyar a los 1.800 policías y gendarmes ya presentes.
Los disturbios surgieron durante un debate en la legislatura francesa sobre enmiendas a la constitución para modificar las listas de votantes de Nueva Caledonia.
La Asamblea Nacional aprobó un proyecto de ley que permitiría a residentes con diez años de residencia en Nueva Caledonia participar en las elecciones provinciales.