- Serge Atlaoui, ciudadano francés, ha sido repatriado tras casi 20 años en prisión por delitos relacionados con drogas.
- El acuerdo entre Francia e Indonesia permitió su traslado luego de una solicitud de Atlaoui debido a su estado de salud.
- Atlaoui fue condenado a muerte en 2007, pero su ejecución fue suspendida en 2015 gracias a la presión diplomática.
Serge Atlaoui, un ciudadano francés de 61 años, ha sido repatriado a Francia después de pasar casi dos décadas en el corredor de la muerte en Indonesia, donde fue condenado por delitos relacionados con drogas. Atlaoui, quien padece cáncer, fue escoltado el martes desde la prisión de Salemba en Yakarta hasta el Aeropuerto Internacional Soekarno-Hatta, donde abordó un vuelo comercial rumbo a París.
Este traslado se realizó gracias a un acuerdo entre los gobiernos de Francia e Indonesia, que se formalizó el 24 de enero con la firma remota de los ministros de Justicia de ambos países. El regreso de Atlaoui se dio luego de que él mismo solicitara cumplir el resto de su condena en Francia debido a su delicada condición de salud.
Atlaoui fue arrestado en 2005 por su presunta vinculación con una fábrica de producción de MDMA, una droga sintética conocida como éxtasis, en las afueras de Yakarta. Según sus abogados, Atlaoui, un soldador de profesión, desconocía la finalidad de los productos químicos con los que trabajaba. A lo largo de su detención, Atlaoui ha mantenido su inocencia, asegurando que su rol era únicamente el de instalar maquinaria, sin ser consciente de que el lugar producía droga.
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Condena a muerte suspendida
Originalmente condenado a cadena perpetua, su pena fue modificada en 2007 a la pena de muerte tras una apelación del tribunal. No obstante, en 2015, debido a una apelación judicial pendiente y la presión de Francia, la ejecución fue suspendida.
Una vez en Francia, Atlaoui cumplirá el resto de su condena conforme a la legislación de su país, según detalló I Nyoman Gede Surya Mataram, un funcionario indonesio de inmigración y prisiones. Aunque no hizo declaraciones públicas antes de su partida, el embajador francés en Indonesia, Fabien Penone, agradeció al gobierno indonesio por su cooperación en la repatriación.
El regreso de Atlaoui se enmarca dentro de un contexto más amplio de repatriaciones de prisioneros extranjeros, que incluye casos como el de Mary Jane Veloso, una filipina que también estuvo en el corredor de la muerte en Indonesia, y de cinco australianos involucrados en tráfico de drogas. En respuesta a la creciente demanda de reformas, el gobierno de Indonesia está considerando nuevas leyes sobre amnistía y transferencias de prisioneros.