- Filtraciones de información clasificada y manipulaciones de actas sobre el ataque de Hamás del 7 de octubre han salpicado la oficina de Netanyahu.
- Un video comprometedor y chantajes a funcionarios de alto nivel están en el centro de las acusaciones.
- El juicio por corrupción de Netanyahu enfrenta nuevos retrasos, mientras el Primer Ministro pide más tiempo debido a la situación de seguridad.
La oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha estado en el centro de varios escándalos en las últimas semanas, relacionados con filtraciones de información confidencial y manipulación de actas oficiales. Uno de los casos más relevantes, conocido como “BibiLeaks”, involucra a miembros del gabinete de Netanyahu que supuestamente filtraron información clasificada sobre un acuerdo con Hamás a medios de comunicación para influir en la opinión pública. Manipularon la filtración, que se refería a la captura de rehenes, para fortalecer la postura de Netanyahu sobre la necesidad de mantener el control sobre la frontera de Gaza. Cuatro personas están detenidas por su implicación en este caso, y la fiscal general de Israel ha solicitado interrogar a Netanyahu sobre las filtraciones.
Otro escándalo que ha salido a la luz involucra a Tzachi Braverman, jefe de gabinete de Netanyahu, quien extorsionó a un oficial militar para alterar las actas de una reunión crucial celebrada días antes del ataque de Hamás del 7 de octubre. La reunión en cuestión trató sobre la información que indicaba movimientos sospechosos dentro de Gaza, pero según las acusaciones, Braverman trató de ocultar detalles importantes para evitar la responsabilidad de la oficina del primer ministro en la falta de respuesta ante el ataque. La policía israelí está en proceso de interrogar a Braverman sobre el asunto, mientras su defensa niega las acusaciones.
Filtraciones y manipulación de actas, en el centro de la polémica.
El ataque de Hamás del 7 de octubre ha generado crecientes dudas sobre el grado de conocimiento previo que las autoridades israelíes, incluyendo a Netanyahu, tenían sobre la amenaza. A pesar de las investigaciones, tanto internas como externas, no se ha publicado información concluyente sobre la falta de preparación que permitió que se llevara a cabo el ataque. Los reclamos de la oposición para una investigación independiente han aumentado, pero hasta ahora, el gobierno ha mantenido un silencio sobre las conclusiones del Ejército.
Por último, Netanyahu enfrenta un largo proceso judicial por corrupción, con su defensa solicitando nuevos retrasos en el juicio. A pesar de que su testimonio debía haberse iniciado en noviembre de 2023, la guerra en Gaza y otros asuntos de seguridad han motivado la solicitud de más tiempo. Acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en varios casos, Netanyahu ha provocado numerosas postergaciones de su juicio, lo que ha generado críticas de sectores de la oposición que señalan que él utiliza estos retrasos como estrategia para evadir la justicia.