Por Juan Carlos Cruz Tapia (@juancarlos.trader)
Autor del libro “100 preguntas para entender sobre inversiones”
Finalizamos el año 2024, un año marcado principalmente por la agenda política, las tensiones geopolíticas y el ritmo de los bancos centrales en la lucha contra la presión de los precios en la economía. Estos catalizadores fueron los que mayor volatilidad agregaron a los mercados financieros globales.
Dentro del entorno político, localmente tuvimos elecciones presidenciales, donde si bien, el resultado fue el esperado. Los inversionistas y operadores mantuvieron su atención puesta en la materialización de las propuestas realizadas por la Dra. Claudia Sheinbaum, la Reforma Judicial agregó ruido a los mercados financieros que interpretaron con un tono negativo la iniciativa presentada. Aunque en general, el tono prudente utilizado por la nueva administración permitió estabilizar el sentimiento de riesgo en los mercados. De manera internacional, se tuvieron las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde Donald Trump resultó vencedor por amplio margen frente a Kamala Harris, permitiéndole así un segundo periodo de mandato como cuadragésimo séptimo presidente de los Estados Unidos de América. En este sentido, la narrativa de Donald Trump es más marcada por el nacionalismo, contemplando el fortalecimiento económico como principal pilar dentro de sus propuestas, abordando los temas comerciales y migratorios de manera inmediata a su posesión.
Las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y el conflicto Rusia-Ucrania continuaron afectando el apetito por riesgo de los inversionistas en los mercados financieros, principalmente avivando los temores de un escalamiento que accionara el uso de armas de destrucción masiva entre los países y llevara a la intervención por parte de otras naciones a un conflicto armado de mayores dimensiones. En este sentido los activos como oro, dólares, petróleo y bonos americanos fueron los que mayor demanda tuvieron en diversos periodos del año.
Los bancos centrales continuaron bajo los reflectores, al mantener la lucha contra la inflación latente en el ejercicio, la mayoría de los bancos de alta relevancia tuvieron recortes graduales en sus tasas de referencia, buscando un balance en los riesgos a mediano y largo plazo. Banco de México pasó de 11.25% a 10.00%, la Reserva Federal estadounidense de un rango en los Fed Funds 5.25%-5.50% a 4.25%-4.50% y el Banco Central Europeo pasó de 4.00% a 3.00%; recortando en el año 125, 100 y 100 puntos base, respectivamente. Japón resultó la excepción, pasando de una tasa de referencia de -0.10% a 0.25%, aumentando su tasa en 35 puntos base en el periodo. Si bien, la inflación ha cedido de manera generalizada y la mayoría de las naciones de alta relevancia se acercaron durante el año a sus rangos objetivo, es importante que este menor ritmo en el crecimiento de los precios se convierta en estructural sin dañar el mercado laboral ni el crecimiento de las economías. China jugará un papel fundamental como oferente y demandante de productos y servicios, su sector inmobiliario y consumo continuarán reaccionando ante los estímulos gubernamentales.
El mercado cambiario no fue indiferente a estos catalizadores, el índice dólar (DXY) obtuvo una ganancia de 7.3% frente a la canasta que le conforma (eur, jpy, gbp, cad, sek y chf). Por su parte la moneda mexicana sufrió una depreciación considerable al pasar de 16.9666 (al cierre del 2023) a 20.8829, acumulando una depreciación en el periodo de 23%, sin ser un efecto aislado. El bloque de monedas emergentes presentó depreciaciones de manera generalizada, con divisas como el real brasileño y el rublo ruso sufriendo depreciaciones mayores al 20%.
En general, el 2024 fue un ejercicio complejo para el entorno económico, la volatilidad e incertidumbre brindó retos y oportunidades que en 2025 se transformarán y permitirán capitalizar tanto el producto intelectual generado como la temática y narrativa que seguirán los mercados para generar utilidades. Como inversionistas la cautela apremiará, las decisiones tácticas deberán mantenerse a la par de las macro tendencias y la disciplina en el posicionamiento será crucial.