Este sábado, embajadores extranjeros en Rusia se reunieron frente al Crocus City Hall en las afueras de Moscú para rendir homenaje a las víctimas de la masacre ocurrida la semana pasada. Representantes diplomáticos de Estados Unidos, países de la Unión Europea, África y América Latina se unieron al acto, en el que también estuvieron presentes observadores de otros países, según informó la agencia noticiosa estatal rusa RIA Novosti.
Desde el ataque, la sala de conciertos se ha convertido en un lugar de tributo, con miles de personas dejando ramos de flores, ositos de peluche y otros objetos en memoria de los fallecidos. Según informes del Ministerio de Situaciones de Emergencia, el ataque dejó 551 heridos, con un aumento repentino en la cifra de víctimas mortales, llegando a 144, luego del fallecimiento de un herido grave el viernes.
El grupo Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del ataque, aunque el Kremlin ha insinuado la implicación de Ucrania y países occidentales, una acusación que ha sido firmemente rechazada por Kiev. En relación con el ataque, las autoridades de Tayikistán han detenido a nueve personas, mientras que en Rusia nueve sospechosos comparecieron ante la justicia y permanecen detenidos.
El flujo de migrantes desde Moscú hacia Tayikistán ha aumentado desde el ataque, con muchos ciudadanos tayikos mostrando preocupación y miedo. La viceministra de Trabajo, Migración y Empleo de Tayikistán, Shakhnoza Nodiri, señaló que están vigilando la situación de cerca, ya que más personas están llegando a Tayikistán que las que están dejando el país.