Este miércoles, los precios del petróleo subieron, aunque aún están cerca de sus niveles más bajos en seis semanas. Este aumento se produjo tras tres días de descensos, gracias a la reducción de inventarios de crudo en Estados Unidos y a problemas en el suministro, como los incendios forestales.
A las 11:17 GMT, el crudo Brent para septiembre subió 71 centavos, o un 0,9%, alcanzando 81,72 dólares por barril. El crudo estadounidense WTI para septiembre aumentó 75 centavos, o un 1%, situándose en 77,71 dólares por barril.
El analista Tamas Varga, de la correduría PVM, explicó que la baja en los precios se debió a la falta de aumento en la demanda de combustible que suele ocurrir en verano. Las refinerías han indicado que el consumo no ha subido como se esperaba.
Se espera que las refinerías en EE.UU. reporten ganancias mucho menores en comparación con el año pasado, ya que la temporada de verano ha sido débil para la conducción, afectando los márgenes de refino.
El martes, los precios del petróleo cayeron a sus niveles más bajos en seis semanas, con el Brent alcanzando su punto más bajo desde el 9 de junio, debido a las negociaciones para un alto el fuego entre Israel y Hamás, mediadas por el presidente estadounidense Joe Biden y otros países.
Además, persisten preocupaciones de que la desaceleración económica en China, el mayor importador de crudo del mundo, pueda reducir la demanda global de petróleo. Las entregas de crudo a India, el tercer mayor importador, cayeron en junio al nivel más bajo desde febrero.
El WTI perdió un 7% en los tres días anteriores, mientras que el Brent bajó casi un 5%. Sin embargo, los precios comenzaron a subir gracias a la reducción de inventarios de crudo, gasolina y destilados en EE.UU., que cayeron por cuarta semana consecutiva, sugiriendo una demanda estable en el mayor consumidor de petróleo del mundo.