- El Papa pide que se conviertan los gastos militares en inversiones para erradicar el hambre global.
- En el Día Mundial de la Alimentación, subraya la necesidad de escuchar las demandas de los más vulnerables, como los pequeños agricultores.
- Lamenta que el derecho a la alimentación a menudo se ignora y urge a adoptar un enfoque solidario en la solución de problemas alimentarios.
El Papa Francisco instó a transformar los “enormes gastos militares” en inversiones que ayuden a combatir el hambre en el mundo, en un mensaje difundido a través de sus redes sociales con motivo del Día Mundial de la Alimentación. En su declaración, el pontífice subrayó que la guerra saca a relucir lo peor de la humanidad, como el egoísmo y la violencia, y pidió que se priorice la lucha contra la falta de alimentos y atención sanitaria en lugar de la lógica de las armas.
Durante esta jornada, Francisco también se dirigió al director de la FAO, Qu Dongyu, quien preside el foro “World Food Forum”. En su mensaje, leído por un representante del Vaticano, enfatizó la importancia de que los líderes políticos y económicos presten atención a las necesidades de los más vulnerables, especialmente los pequeños agricultores que enfrentan graves dificultades. “Es esencial no postergar la escucha real de las necesidades que provienen de los trabajadores y hambrientos”, afirmó el Papa.
Propósito del foro del FAO
El foro de la FAO se centrará en cómo garantizar el derecho a la alimentación mediante sistemas agroalimentarios sostenibles. Francisco considera que este derecho es fundamental para una vida digna, pero lamentó que a menudo se ve comprometido. Coincidiendo con la FAO, el Papa abogó por una transformación de los sistemas alimentarios que ofrezca una variedad de alimentos nutritivos, asequibles y sostenibles para todos.
El Papa Francisco concluyó con un llamado urgente a implementar medidas efectivas que promuevan una mejor calidad de vida, enfatizando la necesidad de actuar en un espíritu de fraternidad. “Este planeta que Dios nos ha dado debe ser un jardín abierto a la convivencia pacífica”, expresó el pontífice.