- El Ministerio de Interior de Rusia presenta un proyecto para incluir en las funciones de la policía la protección de los “valores espirituales y morales tradicionales”.
- El proyecto forma parte de un plan estatal que busca fortalecer estos valores hasta 2026, alineado con la agenda anti-LGBT del Kremlin.
- Rusia ha tomado medidas previas contra el movimiento LGBT, incluyendo la prohibición de la “propaganda LGBT+” y las operaciones de cambio de sexo.
El Ministerio de Interior de Rusia ha presentado un proyecto de decreto que añade una nueva responsabilidad para la policía: garantizar la protección de los “valores espirituales y morales tradicionales” del país. Esta propuesta, que fue publicada en el portal oficial de legislación, tiene como objetivo fortalecer dichos valores hasta 2026, en consonancia con la agenda conservadora del Kremlin. Sin embargo, el texto no detalla cómo se llevaría a cabo esta supervisión, lo que ha generado preocupación sobre el alcance de estas medidas.
Este proyecto se inscribe dentro de una serie de políticas adoptadas por el gobierno de Vladimir Putin, que han generado una fuerte oposición por parte de la comunidad internacional, especialmente en lo referente a los derechos LGBT. A lo largo de los últimos años, Rusia ha aprobado leyes que prohíben la “propaganda LGBT”, limitando la visibilidad de las personas homosexuales en la esfera pública. También se han impuesto restricciones a las cirugías de cambio de sexo, lo que ha desatado protestas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Rusia refuerza su postura conservadora
En 2020, una reforma constitucional reforzó el rechazo del gobierno hacia las uniones entre personas del mismo sexo al definir el matrimonio como la unión exclusiva entre un hombre y una mujer. Esta reforma no solo rechazó el matrimonio homosexual, sino que también estableció un precedente legal para consolidar la postura conservadora del Kremlin, que asegura que no permitirá el reconocimiento del matrimonio gay mientras Putin esté en el poder. Esta posición se mantiene firme pese a las críticas tanto a nivel nacional como internacional.
Por su parte, el gobierno ruso ha defendido estas políticas, argumentando que no hay persecución contra la comunidad LGBT, sino que las leyes simplemente responden a la preservación de los valores morales tradicionales del país. El viceministro de Justicia de Rusia, Andréi Luguínov, explicó en la ONU que las restricciones a las manifestaciones públicas del colectivo LGBT son una forma de proteger esos principios. Sin embargo, las organizaciones internacionales continúan denunciando que estas medidas refuerzan la discriminación y la exclusión social de las personas LGBT en Rusia.