- El gobierno arrestó a más de 170 activistas y políticos de la oposición en Venezuela tras las elecciones de julio.
- Las autoridades acusan principalmente de terrorismo y conspiración contra el gobierno de Nicolás Maduro.
- Defensores de derechos humanos denuncian la persecución generalizada de la disidencia política en el país.
En Venezuela, tras las elecciones de julio, las autoridades arrestaron masivamente a opositores. En esos comicios, los votantes reelegieron a Nicolás Maduro como presidente. Según diversas organizaciones no gubernamentales, alrededor de 170 militantes y activistas políticos se encuentran actualmente encarcelados, acusados principalmente de terrorismo. Estos arrestos ocurrieron tras la denuncia de fraude electoral por parte de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), lo que desató una crisis política interna y una ola de protestas.
El gobierno de Maduro sostiene que alrededor de 2.400 personas detuvieron después de las elecciones, mientras que los defensores de derechos humanos estiman que entre 1.700 y 1.800 personas arrestaron. Muchos de estos opositores, que antes clamaban contra el régimen en las calles, se han convertido ahora en prisioneros, luchando por su libertad desde las cárceles del país. Las autoridades han vinculado a estos detenidos con supuestos intentos de magnicidio y conspiraciones para derrocar al gobierno, acusaciones que muchos consideran infundadas.
Persecución política y represión generalizada contra la oposición
La abogada Martha Tineo, de la ONG Justicia Encuentro y Perdón, señala que la persecución política ha alcanzado niveles alarmantes, con una criminalización de cualquier forma de oposición. Según Tineo, la persecución no solo afecta a políticos, sino también a activistas de derechos humanos, líderes sindicales, periodistas y estudiantes, lo que refleja una represión generalizada contra quienes cuestionan el poder establecido. La criminalización de la disidencia se ha intensificado, convirtiendo a Venezuela en un lugar donde el ejercicio de la oposición se castiga severamente.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta ola de arrestos es el patrón de detenciones arbitrarias, que comienza con la aprehensión sin pruebas claras y continúa con el rechazo a la defensa legal adecuada. Los acusados no tienen acceso a abogados de su elección y, en muchos casos, se les asignan defensores públicos que nunca los visitan. Además, las condiciones en prisión son extremadamente duras, con falta de atención médica, alimentos y agua potable. A pesar de estas condiciones, muchos enfrentan juicios virtuales en tribunales especiales que sólo operan en Caracas, lo que dificulta aún más su acceso a un juicio justo.