Tras su reunión en la isla italiana de Capri, el G7, conformado por las democracias más poderosas, hace un llamado a Israel e Irán para evitar escaladas y advierte a Teherán sobre posibles sanciones.
Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 condenaron el reciente ataque de Irán a Israel y enfatizaron la importancia de mantener la seguridad del país. Además, instaron a todas las partes involucradas a trabajar en conjunto para prevenir una escalada.
En este sentido, se hizo hincapié en que Irán debe interrumpir su relación con grupos como Hamás o Hizbulá, y se advirtió sobre la posibilidad de aplicar nuevas sanciones y medidas si persisten las acciones que generan desestabilización.
Asimismo, se rechazó una posible ofensiva militar de Israel en Rafah y se reafirmó el compromiso del G7 con el establecimiento de un alto el fuego en la Franja de Gaza, con el objetivo de lograr la liberación de los rehenes aún en poder de Hamás tras los sucesos del 7 de octubre.
Además de este tema, se discutió el refuerzo de la defensa aérea de Ucrania, con el compromiso del G7 de fortalecer sus capacidades para proteger vidas y la infraestructura crítica, incluyendo la Iniciativa de Acción Inmediata de Defensa Aérea propuesta por Alemania.
En la cumbre, organizada por la presidencia de turno italiana, se aprobaron dos documentos finales, uno sobre la creciente tensión en Oriente Medio y otro sobre la defensa de Ucrania frente a la invasión rusa.
Los ministros también expresaron su agradecimiento a Estados Unidos por tramitar un nuevo paquete de ayuda de 61.000 millones de dólares para Ucrania, y se comprometieron a continuar trabajando en la estabilidad y seguridad internacionales.