El Ejército de Israel anunció la retirada de todas sus tropas terrestres del sur de la Franja de Gaza en una decisión que marca el fin de meses de combates en la zona de Jan Yunis. Actualmente, solo una brigada israelí permanece en el enclave, dedicada a asegurar un corredor vital entre el sur de Israel y la costa de Gaza, mientras bloquea el acceso al norte del territorio.
La retirada se produce tras el devastador asedio de las tropas israelíes, que dejó los principales hospitales de la ciudad de Jan Yunis, Al Amal y Naser, en ruinas e inoperativos. El ejército hebreo aseguró que estas acciones fueron en respuesta a la presunta presencia de combatientes en dichos complejos médicos.
Aunque se retiran las tropas, Israel no descarta futuras incursiones en el sur de Gaza, especialmente en Rafah, donde se estima que todavía residen cuatro batallones de Hamás. Esta posible operación militar ha generado preocupación tanto en la comunidad internacional como en Estados Unidos, aliado principal de Israel.
Mientras tanto, el número de muertos en Gaza debido al conflicto ha superado los 33,000, con más del 42% de ellos siendo niños. La situación humanitaria sigue siendo crítica, y Egipto ha aumentado el envío de ayuda humanitaria a través del paso fronterizo de Rafah para aliviar la crisis en el enclave palestino.
En este contexto tenso, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que no habrá un alto al fuego sin el retorno de los rehenes israelíes, subrayando la postura inflexible de Israel frente a las exigencias de Hamás. Además, Israel se prepara para posibles represalias de Irán tras un presunto ataque a su embajada en Damasco, lo que ha elevado el nivel de alerta en la región.