- El comisionado para la paz destaca la necesidad de cumplir los acuerdos firmados.
- Colombia mantiene múltiples procesos de paz en diferentes fases de negociación.
- Patiño enfatiza la importancia de la participación comunitaria en los diálogos.
Otty Patiño, el consejero comisionado para la paz, subrayó que el incumplimiento de los acuerdos es la principal amenaza para la paz en Colombia. En una reciente entrevista, defendió la estrategia del gobierno de Gustavo Petro, que busca negociaciones breves y efectivas, asegurando que estas deben ser sostenibles incluso en futuras administraciones. Para Patiño, el cumplimiento es esencial para construir una paz sólida en el país.
El gobierno colombiano tiene cerca de nueve procesos de paz en curso, algunos en etapas iniciales y otros más avanzados. Patiño expresó su deseo de que 2025 sea un año decisivo para la implementación de estos acuerdos, enfatizando que es fundamental que las comunidades se involucren activamente y se apropien de los procesos de paz para asegurar su éxito.
Avances y retos en los procesos de paz en Colombia
Entre los procesos más prometedores se encuentra el diálogo con los Comuneros del Sur, un grupo vinculado a una facción del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Aunque este proceso comenzó recientemente, Patiño informó que ya se encuentra en la fase de implementación. De igual manera, se han hecho progresos en las conversaciones con la Segunda Marquetalia, una de las disidencias de las FARC, con reuniones realizadas en regiones como Tumaco y Putumayo. Sin embargo, los diálogos con los grupos más grandes, como el ELN y el Estado Mayor Central (EMC), están en un impasse.
Por otro lado, Patiño destacó que la transformación de los actores armados es crucial. Para él, es esencial que estos grupos pasen de ser combatientes a ciudadanos plenos, capaces de ejercer su liderazgo sin recurrir a la violencia. Esta visión implica un cambio de mentalidad que permita que las comunidades participen activamente en el proceso de paz. En este sentido, Patiño considera que una mesa de diálogo más inclusiva, que permita la participación de las comunidades, es fundamental para lograr avances significativos en la construcción de la paz en Colombia. Además, señaló que la noción de “paz con naturaleza”, promovida durante la COP16, representa un enfoque renovador que puede enriquecer estos esfuerzos.