- La obesidad afecta al 41,9 % de los estadounidenses y genera altos costos en salud y economía.
- Fármacos como Ozempic han ganado popularidad por sus efectos en la pérdida de peso.
- La industria farmacéutica impulsa nuevos tratamientos con costos más accesibles.
En Estados Unidos, la creciente prevalencia de la obesidad ha generado un auge en la demanda de medicamentos para la pérdida de peso, destacando entre ellos Ozempic, inicialmente desarrollado para la diabetes tipo 2. En el país, donde el 41,9 % de la población es obesa, estos fármacos han captado la atención de figuras públicas y de la industria farmacéutica.
Según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la obesidad no afecta a todos por igual: el 49,9 % de la población negra y el 45,6 % de los hispanos la padecen, mientras que el porcentaje en la población blanca es del 41,1 % y en la asiática desciende al 16 %. Además, el 58 % de los adultos obesos presenta hipertensión y el 23 % padece diabetes, lo que incrementa los costos médicos anuales en 1.861 dólares por persona y representa un gasto total de 173.000 millones de dólares.
Ante este panorama, los tratamientos para adelgazar han cobrado relevancia. Ozempic, popularizado por figuras como Elon Musk y Oprah Winfrey, ha mostrado resultados notables sin los efectos secundarios graves de sus predecesores, aunque su elevado costo inicial superaba los 900 dólares mensuales. Su éxito ha impulsado la aparición de alternativas como Wegovy y Mounjaro, con precios más accesibles.
Estos fármacos no solo ayudan en la reducción de peso, sino que también se ha identificado que pueden mejorar la fertilidad en mujeres que superan la obesidad, lo que refuerza su impacto en la salud pública.
