Ecuador ha decidido no conceder el salvoconducto solicitado por México para Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa. Según el gobierno ecuatoriano, la concesión de asilo diplomático no es válida según las convenciones de Asilo Diplomático de 1965 y Asilo Político de 1933.
En abril, las fuerzas de seguridad de Ecuador ingresaron a la embajada de México en Quito y arrestaron a Glas, llevándolo a una cárcel de máxima seguridad. Ayer, México solicitó formalmente el salvoconducto para que Glas pueda ser trasladado a un tercer país, conforme a la Convención de Caracas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador afirmó que Glas no puede recibir asilo diplomático debido a sus condenas por corrupción y su actual proceso por peculado. Glas, quien fue vicepresidente entre 2013 y 2017, siempre ha afirmado ser víctima de persecución política.
México también pidió que, mientras se resuelve la situación del salvoconducto, se tomen medidas humanitarias para asegurar la salud de Glas. El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió esta solicitud como parte de la tradición de asilo de México, que siempre ha protegido a perseguidos políticos.
El caso está siendo litigado en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, donde México acusa a Ecuador de violar la inviolabilidad de sus embajadas. Ecuador ha respondido con acusaciones similares. López Obrador y Claudia Sheinbaum han rechazado solicitudes de diálogo del gobierno ecuatoriano, insistiendo en que el caso debe resolverse en la CIJ y que Ecuador debe disculparse por la irrupción en la embajada mexicana.