Ecuador se rinde ante Daniel Noboa, a pesar de su ardua batalla contra los cárteles
La nación ecuatoriana, que alguna vez fuera un enclave de estabilidad en América Latina, enfrenta tiempos tumultuosos bajo el mandato del presidente Daniel Noboa, de 36 años. Desde su asunción en noviembre, Noboa ha emprendido una campaña decidida contra los cárteles de la cocaína, al tiempo que enfrenta una crisis financiera y un aumento de la violencia en el país.
Los votantes ecuatorianos, lejos de rechazar las medidas impopulares, respaldan fervientemente las reformas económicas propuestas por Noboa. Su enfoque en aumentar los impuestos y liberalizar el mercado laboral ha sido bien recibido por la población, incluso en tiempos de agitación.
El gobierno de Noboa ha sido elogiado por su éxito inicial en la represión de la violencia y el crimen organizado, ganándose una popularidad que ronda el 80 por ciento. Sus políticas de seguridad, que incluyen arrestos masivos y medidas de emergencia, se asemejan a las adoptadas por líderes como Nayib Bukele de El Salvador, quien ha sido aplaudido por su mano dura contra las pandillas.
A pesar de las críticas y comparaciones con Bukele, Noboa ha recibido un fuerte respaldo de Estados Unidos, que aumentó significativamente su asistencia para fortalecer la seguridad en Ecuador. La preocupación por el aumento de la violencia y la migración ha llevado a Washington a brindar un apoyo sustancial al gobierno de Noboa.
Aunque las medidas económicas de Noboa pueden generar controversia, su enérgica lucha contra los cárteles ha consolidado su posición como uno de los líderes más populares de la región, mientras Ecuador navega por aguas turbulentas en busca de estabilidad y seguridad.