- Donald Trump y Kamala Harris prometen eliminar el impuesto a las propinas para captar el apoyo de los trabajadores en Nevada.
- Esta propuesta resulta atractiva para quienes dependen de las propinas como fuente principal de ingresos.
- Expertos advierten sobre la confusión que podría generar esta promesa entre los votantes.
En un inesperado giro de los acontecimientos, Donald Trump y Kamala Harris han decidido unir fuerzas en su promesa de eliminar el impuesto a las propinas, una medida que busca atraer a los trabajadores en el competitivo estado de Nevada. Esta iniciativa resulta especialmente relevante en una región donde un considerable porcentaje de la población activa depende de las propinas como parte fundamental de sus ingresos. Con esta propuesta, ambos candidatos intentan ganarse la lealtad de un electorado que enfrenta desafíos económicos.
Mía Silva, una barman en Las Vegas, ilustra la realidad de muchos trabajadores del sector al señalar que alrededor del 90% de sus ganancias provienen de las propinas. Silva, que percibe el salario mínimo, se ve obligada a buscar un segundo empleo para poder llegar a fin de mes. La posibilidad de eliminar este impuesto le parece atractiva, especialmente en un contexto en el que percibe que la actual administración no ha cumplido con las expectativas.
Posible confusión ante propuestas
Sin embargo, analistas políticos advierten que la repetición de esta misma promesa por parte de ambos candidatos puede generar confusión entre los votantes. A menos de un mes de las elecciones, muchos electores ya tienen decisiones firmes sobre su voto, lo que podría reducir el impacto de esta propuesta. Además, se cuestiona la viabilidad legislativa de eliminar el impuesto a las propinas, lo que podría dificultar su implementación en caso de ser electos.
A medida que se intensifican las campañas, la Unión de Trabajadores Culinarios en Las Vegas moviliza a sus miembros para convencer a los votantes de apoyar a Harris. George Escarero, un mesero que depende de las propinas, se centra en la defensa de los derechos laborales y teme que un gobierno de Trump afecte negativamente a los sindicatos. Además, Escarero está interesado en propuestas de Harris que ofrecen créditos fiscales para facilitar la compra de vivienda, lo que demuestra que las preocupaciones de los trabajadores van más allá de la simple eliminación de impuestos.