En México se puede hallar el Ozempic por menos de 300 dólares, mientras que en Estados Unidos supera los mil.
Ozempic, uno de los tratamientos más buscados para la pérdida de peso, ha generado controversia debido a su posible impacto en el mercado de las botanas.
Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recomiendan una dieta equilibrada junto con medicamentos para perder peso, la verdadera preocupación radica en el efecto del medicamento en el cuerpo y su posible influencia en el consumo de snacks y comidas ligeras.
Un informe reciente de Morgan Stanley reveló que las familias que utilizan medicamentos para bajar de peso pueden reducir hasta un 9 por ciento en gastos alimenticios en comparación con aquellas que no los utilizan.
El impacto del Ozempic en la industria de los snacks podría alcanzar los 100 millones de dólares, ya que suprime el apetito, prolongando el período en el que las personas se sienten saciadas.
A pesar de que esto representa un riesgo a largo plazo para la industria de alimentos tipo botana, el factor precio también desempeña un papel importante, ya que los costos en Estados Unidos, el principal mercado, siguen siendo elevados, a diferencia de México, donde se ha observado que son más accesibles.
Una de las razones de esta disparidad de precios radica en las diferencias en los sistemas de salud y en los requisitos regulatorios entre los países. Según Novo Nordisk, fabricante de Ozempic, cada país aborda el precio de los medicamentos de manera única, lo que hace que México sea atractivo para la compra de Ozempic.
Las regulaciones y precios en México hacen que el país sea una opción atractiva para la compra de Ozempic, lo que lleva a ciudadanos estadounidenses a cruzar la frontera en busca de tratamientos más accesibles.