- Residentes de Haití huyen en medio del caos mientras las pandillas arrasan barrios y se enfrentan a la policía.
- Áreas como Solino y Delmas 18, 20 y 24 bajo asedio, dejando tras de sí destrucción y desplazamiento.
La designación del nuevo primer ministro Fritz Belizaire de Haití ha desatado una ola de violencia en varios vecindarios de Puerto Príncipe, marcando uno de los episodios más violentos en semanas.
Los disturbios comenzaron la noche del miércoles, con pandillas incendiando viviendas y enfrentándose a las autoridades en áreas como Solino y Delmas 18, 20 y 24, al suroeste del principal aeropuerto internacional, que lleva meses cerrado debido a la escalada de violencia.
“Nada quedaba a salvo del fuego”, relató un testigo que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias. “Pasé la noche escondido”.
La mañana siguiente mostraba escenas desoladoras: calles desiertas y un silencio pesado interrumpido solo por los esporádicos sonidos de animales y vehículos policiales patrullando entre escombros y grafitis en las paredes.
Los residentes que lograron salvar sus hogares se apresuraron a evacuar, cargando consigo lo poco que podían llevar. Algunos escaparon con sus pertenencias, mientras que otros abandonaron todo en medio del caos.
“Había disparos por todas partes”, relató un desplazado. “La gente huía, separándose de sus seres queridos”.
En medio de la devastación, historias de resiliencia emergían. Una madre, con su hijo de cuatro años, buscaba rehacer su vida tras perder su hogar en el fuego. “Así es la vida en Haití”, dijo, llevando consigo la esperanza de un nuevo comienzo.
Esta ola de violencia refleja la profunda crisis que enfrenta Haití, con comunidades enteras sumidas en el miedo y la incertidumbre sobre su futuro.