El exsecretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, señaló la posibilidad de enfrentar turbulencias en la relación entre México y Estados Unidos en caso de un eventual retorno de Donald Trump a la presidencia. No obstante, Ebrard resaltó que México ya ha superado desafíos similares en el pasado, logrando acuerdos importantes como el T-MEC y negociaciones en materia migratoria.
Ebrard recordó que durante el mandato de Trump se vivieron momentos difíciles, pero México logró sostener una relación constructiva, evitando aranceles y resistiendo propuestas como el tercer país seguro. Sin embargo, el panorama actual es más complejo, con un clima político en Estados Unidos marcado por radicalismos y medidas como la Ley SB4 de Texas, que criminaliza la entrada irregular de migrantes y facilita su deportación.
A pesar de estos desafíos, Ebrard subrayó que las fuerzas para mantener una relación económica sólida entre México y Estados Unidos son más poderosas que cualquier turbulencia política. Destacó la importancia estratégica de Norteamérica en la competencia global, lo que implica una mayor colaboración entre ambos países.
En cuanto al futuro, Ebrard enfatizó la necesidad de trabajar estrechamente con el sector privado para impulsar la inversión y el desarrollo económico en México. Reconoció la importancia de atraer inversiones, especialmente en sectores clave como el nearshoring, infraestructura y energía, para aprovechar el potencial económico del país y fortalecer su posición en la región.