La crítica escasez de agua afecta de manera alarmante al lago de Cuitzeo en Michoacán, el segundo cuerpo lacustre más grande de México. Actualmente, gran parte de su extensión, que alcanza los 450 kilómetros cuadrados, se encuentra seca, sumiendo a la región en una situación preocupante.
Fernando Hernández, residente de Cuitzeo, expresa la gravedad de la situación al describir la zona como un “desierto de Cuitzeo”. Don Víctor, anteriormente pescador, ahora se dedica a tejer cestas debido a la precaria situación del lago.
La sequía que azota al lago de Cuitzeo se ha intensificado en los últimos años, afectando a diversas comunidades en la región. Rafael Trueba, del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra, destaca que aproximadamente el 70% de la superficie del lago, que solía estar cubierta de agua, ahora está seco, marcando un problema alarmante.
Las causas de la desecación son variadas e incluyen la construcción de carreteras que dividieron el lago, cambios en el uso del suelo que promovieron la deforestación, el manejo inadecuado de aguas residuales de Morelia y el impacto del cambio climático.
Alberto Gómez Tagle subraya la importancia de las condiciones de apropiación del agua, señalando que el río que abastece al lago recibe desechos urbanos e industriales de Morelia. La falta de aplicación de normativas ecológicas ha contribuido al deterioro ambiental del lago.
La pérdida de biodiversidad, la desaparición de especies acuáticas y los impactos en la economía local son consecuencias directas de la crisis del lago de Cuitzeo. La desecación también ha generado problemas de salud pública, con la contaminación del lodo seco que se levanta en grandes tolvaneras afectando a comunidades cercanas.
La situación, que ahora se ha convertido en un desafío ambiental y de salud pública, resalta la necesidad de abordar urgentemente las causas fundamentales de la sequía para preservar este importante cuerpo de agua.